jueves, 10 de agosto de 2017

Testimonio de una Hermana



Nunca es tarde para agradecer el testimonio de hermanas, compañeras que nos han precedido en la misión, que no hicieron mucho ruido, que vivieron más bien en la sombra, pero que dejaron huellas profundas por donde pasaron.
Una de ellas, de esas hermanas, es Haide Niño. De la cual quiero transcribir el recorte de un diario del año 1983, encontrado dentro de un libro viejo en la Biblioteca de Alberti.
Yo la conocí entrando al noviciado y siempre la valoré por su sencillez, humildad y espiritualidad. Fue el primer testimonio que recibí de una hermana.
Juana Esther, fmm